sábado, 26 de junio de 2010

The wild side

Hoy me siento un insignificante punto en el espacio, un nada. Me siento inconforme. Mediocre. Y pensé que es lo que me gustaría ser en realidad, que me haría sentirme plena. Pensé en un posible y no tuve respuesta, me di cuenta que haga lo que haga y sea lo que sea seguiría siendo un puntito, con diferentes sentimientos y objetivos, ridículos objetivos. Finalmente encontré una respuesta, bastante irreal, o no. Una respuesta que me hizo sentir un vacío enorme. Por un momento entre la tierra de un campo infinito, parte de el. Quise ser toda mi esencia, solo eso. Quise salir a la calle siendo una energía, siento mi propia energía que casi siempre escondemos detrás de un rostro. Compartirla con otras almas que salgan a buscar lo mismo. Sin primeras citas, ni todo lo que eso lleva. Sin sectas ni puertas cerradas. Sin tener que ser propietario de nada. Quizá es un sentimiento parecido al de no querer ser nada, ser aire puro. Pensé después que quizá extrañaría un abrazo de mi hermana, o de una nueva amiga. Entonces sacaría ese sentimiento también. No extrañar. No supe si algo tendría sentido siendo esa cosa en el espacio. Y resolví este problema también. Pensé que tampoco tendríamos que buscarle sentido a las cosas. Entonces me pregunté ¿que quedaría? Un “algo” perdido en el espacio. Eso quise ser.